CUIDANDO AL FAMILIAR
Cuidar a una persona con la enfermedad de Alzheimer puede ser una experiencia significativa. También puede ser una tarea física y emocionalmente agotadora, abrumadora y extenuante. La mayor parte del tiempo y atención de un familiar o persona a cargo está dedicado al cuidado del/la paciente con Alzheimer, lo que deja muy poco o ningún tiempo personal. Como resultado, se descuidan las propias necesidades de apoyo emocional y descanso, o si se reconoce la necesidad de cuidarse, a veces no se sabe cómo hacerlo o dónde buscar ayuda. Por estas razones los familiares o personas a cargo del/la paciente son llamados a menudo el/la segundo/a paciente o víctima silenciosa de la enfermedad de Alzheimer.
Es común para los familiares o personas a cargo del cuidado del/la paciente experimentar cansancio, ansiedad, irritación, enojo, depresión, aislamiento social o problemas de salud. Ellos/as deben aprender a reconocer estos síntomas y buscar atención médica o apoyo emocional para mantener un buen estado de salud y bienestar. Demasiado estrés puede ser perjudicial para el familiar o persona a cargo del cuidado y para el/la paciente, por lo que es esencial que se busque ayuda temprano (vea la próxima página para una lista de organizaciones).
Es común para los familiares o personas a cargo del cuidado del/la paciente experimentar cansancio, ansiedad, irritación, enojo, depresión, aislamiento social o problemas de salud. Ellos/as deben aprender a reconocer estos síntomas y buscar atención médica o apoyo emocional para mantener un buen estado de salud y bienestar. Demasiado estrés puede ser perjudicial para el familiar o persona a cargo del cuidado y para el/la paciente, por lo que es esencial que se busque ayuda temprano (vea la próxima página para una lista de organizaciones).
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